DEPORTE ESCOLAR Y PSICOLOGÍA
La Psicología del Deporte es una ciencia joven y una rama especial de la Psicología Aplicada y también una disciplina de las llamadas Ciencias del Deporte.
La Psicología del Deporte describe
los fenómenos psicológicos que se suceden en la actividad deportiva
y aplica programas metodológicos y de intervención, científicamente
fundamentados, teniendo en cuenta los adelantos actuales de la
ciencia psicológica.
En
nuestros días la práctica deportiva en las edades escolares se ha
hecho necesaria por su contribución no sólo a la educación motriz
de los niños sino también al fortalecimiento de su salud. Por lo
general el período comprendido entre los 7 y 10 años es idóneo
para iniciarla adaptándola a las características propias de esta
edad que se le ha denominado «la edad de lujo del movimiento» ya
que el niño posee capacidades de aprendizaje y de rendimiento muy
elevadas en el aspecto motor. (Existen deportes que se inician desde
edades más tempranas, como natación, gimnasia artística y otros
por sus características y exigencias).
En
este período el niño posee una elevada capacidad de aprendizaje y
rendimiento en el aspecto motor, su capacidad de diferenciación
motriz mejora y la percepción y la respuesta a los estímulos
sensoriales se ejerce con mayor precisión. Su coordinación motriz
fina se encuentra en alto desarrollo.
Durante
esta etapa el niño desea obtener el reconocimiento del adulto. Es
una característica de su situación social de desarrollo, que se
convierte en necesidad. Por eso el escolar pone especial interés en
las indicaciones del adulto con lo que facilita el aprendizaje;
además, al integrarse a las actividades colectivas, va logrando la
aceptación de sus pares, de sus compañeros, lo que favorece la
práctica de deportes de conjunto.
En
esta edad las adquisiciones motrices se dan con mucha facilidad, pero
lleva cierto tiempo consolidarlas, por lo que su automatización
requerirá de muchas repeticiones.
El
profesor tiene gran responsabilidad pedagógica, pues es cuando el
niño consolidará ciertos movimientos básicos y, a la vez, afirmará
y desarrollará la confianza en sí mismo.
La
práctica deportiva en estos años proporciona una serie de
beneficios, como:
Las
actividades físicas, tanto lúdicas como deportivas, ocupan un lugar
importante en la vida del niño y estimulan su desarrollo integral.
El
juego primero y el deporte después, constituyen la compensación
natural del sedentarismo al que está sometido el niño durante las
horas escolares.
La
práctica deportiva, realizada en forma regular, ayuda al niño a
desarrollar su voluntad, su carácter e integrarse al grupo donde
obtiene reconocimiento.
A
lo largo de este período los cambios más importantes en esta edad
son:
Anatomofisiológicos:
Se presenta un aumento de la talla y se modifica la longitud de
algunos segmentos corporales. Hay crecimiento de la masa muscular y
disminución del tejido adiposo.
Físicos:
Los componentes de la: fuerza, resistencia, flexibilidad y velocidad,
deben empezar a trabajarse respetando el desarrollo del niño y
manejando adecuadamente las cargas.
Psicológicos:
Desarrolla la reflexión y el control voluntario que aparecen al
final de la etapa, incluyendo la concentración voluntaria de la
atención y la capacidad de observación las que posibilitan el
aprendizaje del movimiento por imitación.
En
este lapso se desarrollan los sentimientos y valores morales, por lo
que el amor al deporte, la ética deportiva, la responsabilidad, el
«amor a la camiseta», son valores que pueden ser estimulados en el
escolar bajo la guía y dirección del entrenador.
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