Pages

Contribuyentes

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Los valores que los niños aprenden del deporte en equipo. Fútbol.


Si observamos a los niños participar en su equipo de fútbol puedes llegar a percibir un nuevo respeto por el deporte en equipo.  Bien manejado, la participación en un equipo deportivo es una oportunidad para que el niño aprenda y practique los siguientes valores.

El respeto

  • La base de la relación entre el entrenador y los miembros del equipo debe fundarse en un respeto mutuo.  Si los jugadores se sienten seguros y apoyados por su entrenador, se motivan a dar su mejor esfuerzo por gusto, y no por miedo.
  • Esta actitud motiva el respeto entre los miembros del equipo; entre ellos y los jugadores del equipo contrario.  En una sana competencia debe haber respeto hacia todos los participantes y hacia las reglas del juego.
  • Este principio se aplica también a los padres, tal vez la parte más difícil. Si quieres ayudar a tu hijo a aprovechar la experiencia deportiva, no se la eches a perder con actitudes agresivas ni irrespetuosas.

La limpieza

  • El compromiso de jugar limpio es una consecuencia natural del ambiente de respeto que debe prevalecer en el deporte infantil.  Por talentoso que sea el niño, tiene que ser prioridad la formación de su carácter, y el juego limpio es un aprendizaje tan importante como el desarrollo de sus habilidades físicas.

 

 

El espíritu de lucha  


  • El deporte puede enseñar al niño a no rendirse pronto ante la adversidad.  El jugador que no suelta la pelota a pesar de la oposición de los contrincantes está aprendiendo a ser perseverante y tenaz.
  • Luchar por llegar a la meta no viene por naturaleza; es una actitud aprendida por la práctica.


El espíritu de equipo


  • En un equipo infantil no debe haber estrellas ni protagonismo.  Todos los miembros del equipo deben tener la oportunidad de brillar.  Lo ideal seria que se cambien los papeles con regularidad, y todos aprendan a jugar de delanteros,  en la defensa o en la portería.
  • También en los juegos se toma el cuidado de equilibrar la participación de todos, para que cada uno tenga el mismo tiempo de practicar sus habilidades con el apoyo del equipo.  


La comunicación


 

  • La consigna más gritada por el entrenador  es: “¡Háblense!”.  En vez de que el entrenador siempre les diga qué hacer, les invita a estar en contacto en la cancha y a buscar soluciones en conjunto.
  • Esta habilidad es vital para el éxito tanto en el deporte como en la vida.

La lealtad

  • La lealtad al equipo se construye tanto adentro como fuera del terreno de juego.  Para lograr la unidad basada en la pertenencia, el equipo se junta habitualmente durante la semana dos veces para entrenar y otra vez para convivir socialmente.
  •  Para sentir lealtad al equipo, hay que conocer bien a tus compañeros y sentirte a gusto con ellos.

La autoestima

  • Los niños adquieren seguridad personal  por pertenecer a un equipo donde su participación es clave para el éxito común.  En su experiencia en el campo, ellos se percatan de la importancia de su aportación, y sentirse orgullosos de lo que hacen.
  • También un equipo bien manejado cobija a sus miembros y les permite fracasar sin el peligro de ser rechazados.  Dentro de un sano ambiente de equipo, el fracaso es una oportunidad para aprender y mejorar.
  • Está  comprobado que los niños con una buena experiencia del deporte en equipo tienen un concepto sano de su cuerpo y sus habilidades físicas.

 

La tolerancia y la aceptación

  • Estos valores van de la mano con la autoestima.  Al grado que el niño se sienta apoyado, sabrá apoyar a sus compañeros, permitiendo que sean imperfectos y aprendiendo a aceptar a todos sin condiciones.
  • La experiencia del deporte en equipo puede enseñar al niño a valorar los talentos de los demás y aceptar sus defectos, una habilidad muy importante para construir relaciones sanas en el futuro.

He aquí un video demostrativo de la importancia del deporte en equipo y no de los resultados.